En el yacimiento de la calle Gracia, fueron descubiertos restos de civilizaciones que a lo largo de la historia habitaron el espacio que actualmente es Alcázar de San Juan.
La gran complejidad de un yacimiento urbano, reside en que un mismo espacio ha estado ocupado de forma más o menos ininterrumpida a lo largo de los siglos por las diferentes poblaciones y culturas que lo han habitado. Esto genera una superposición en estratos de los restos de cada época. A esto también hay que añadir que las poblaciones humanas tendían a la reutilización de los materiales de construcción de las ruinas que encontraban. De esta forma lo que el arqueólogo termina encontrando en el yacimiento son, sobre todo basuras y desechos, lo que nadie quería conservar en su momento y se abandonaba, y una compleja estratificación que hace difícil interpretar de forma independiente y completa cada época.
El yacimiento se encuentra adyacente al centro histórico de la localidad, comprendido en el entorno de la parroquia de Santa María y el Torreón del Gran Prior.
En este entorno se realizaron varios estudios arqueológicos precedentes, el más antiguo fue llevado a cabo en los años 50, en el cruce de la calle Gracia y la calle Mosaicos, bajo la dirección del arqueólogo Julián San Valero Aparisi. En esta campaña se estableció que la ocupación más antigua del actual espacio urbano sería de época romana, una villa del período imperial.
Esta villa prerromana, consistiría en un gran latifundio de explotación agropecuaria con finalidad comercial, y donde el propietario, o un delegado suyo, habitaría en una mansión o palacio denominado domus. También en el entorno del domus, que formaba la pars urbana, existirían las viviendas de los trabajadores, diferenciada de la pars rústica donde estaban los cultivos, así como un espacio de talleres, almacenes y establos, formando un conjunto autosuficiente e integral de explotación económica del territorio.
En esas excavaciones Aparisi, sacó a la luz los fabulosos mosaicos que decoraban las habitaciones nobles del complejo, además de gran cantidad de objetos de la vida cotidiana que parcialmente se exponen conjuntamente a los mosaicos en el museo municipal. Las excavaciones de los años 90 localizaron habitaciones de trabajadores en la plaza de Santa María, y estas últimas excavaciones en la calle Gracia la zona de talleres y almacenes, son pruebas que nos hacen pensar que la villa fue desarrollándose y que posiblemente en época final romana o época visigoda llegó a convertirse en un pueblo o pequeña ciudad.