En los alrededores del barrio de Santa María se localizan los más importantes vestigios del pasado medieval de Alcázar. En el 935 Alcázar (Qasr Banu Atiyya, en árabe) forma parte de la Taifa de Toledo. Tras la conquista de los campos de la Mancha, los reyes cristianos van a conceder tierras y privilegios a las Órdenes Militares para que se hagan cargo de la repoblación y cristianización de la zona de la frontera. La antigua alcazaba árabe será el embrión de la villa sanjuanista. Esta ciudad tuvo un recinto amurallado del que solo queda el torreón del Gran Prior, el cubillo, la Capilla de Palacio y la casa de Gobernación.
Mostrar más contenidoCAPILLA DE PALACIO
La antigua Capilla de San Juan Bautista fue construida en el siglo XVI. A lo largo de la historia ha servido de cárcel, cementerio, museo y capilla. Actualmente cuenta con una parte expositiva sobre el antiguo conjunto palacial. Desde aquí también se accede a los yacimientos arqueológicos romanos.
Entorno a este edificio existen diversas teorías ya que se trata de la capilla del antiguo palacio del gran prior, en la que algunos autores han establecido su origen en época medieval, y otros autores establecen en el siglo XVI, con el desarrollo de los edificios religiosos de la antigua villa de Alcázar. Difícil establecer hoy en día su origen ya que las continuas reconstrucciones y evoluciones en la edificación han hecho que durante algunas temporadas fuera la ermita de San Juan, tal como queda constancia en 1804, en la que se pretende retejar el edificio y recomponer su cornisa reedificándose la armadura y pared de la Sacristía, que en esta época se estaba arruinando. Esta iniciativa de remozar el edificio surge porque es en este terreno donde se pretendía ubicar el cementerio de San Juan cuya capilla formara parte del cementerio, al igual que pasó con la ermita de San Sebastián, que serviría de capilla para el cementerio de la otra parroquia de la localidad.
A principios del siglo XIX el uso de este espacio como cementerio, denominado de San Juan por estar unido a la ermita de San Juan (la Capilla Palacio), lo hace suelo santo. Este cementerio busca liberar el entorno de la parroquia de Santa María como lugar de enterramientos, además de sacarlos del núcleo urbano por razones de higiene pública. Aun así las fuentes documentales atestiguan que este cementerio estuvo mucho tiempo sin uso, posiblemente porque los médicos lo desaconsejaban por encontrarse muy cerca del núcleo urbano. Fue en 1808, con la ocupación francesa, cuando se decretó su uso y empezaron los enterramientos, hasta que en 1870 se construye el actual cementerio civil, y en 1883 todos los restos que quedaban en este cementerio fueron trasladados al nuevo.
Las funciones del edificio han sido múltiples a lo largo de la historia., ha sido cárcel, capilla, ermita y museo, hace algunos años se ubicó en él, un museo municipal denominado Fray Juan Cobo. Actualmente, es el centro de recepción de visitantes de los servicios turísticos municipales ofreciendo una visión sintética de la historia de la ciudad en la que aparecen elementos relacionados con la Orden militar de San Juan con reproducciones y piezas originales relacionadas con la antigua villa de Alcázar, algunas de ellas recuperadas en la excavación arqueológica visitable situada junto a la capilla.
YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS
En el yacimiento de la calle Gracia, fueron descubiertos restos de civilizaciones que a lo largo de la historia habitaron el espacio que actualmente es Alcázar de San Juan.
La gran complejidad de un yacimiento urbano, reside en que un mismo espacio ha estado ocupado de forma más o menos ininterrumpida a lo largo de los siglos por las diferentes poblaciones y culturas que lo han habitado. Esto genera una superposición en estratos de los restos de cada época. A esto también hay que añadir que las poblaciones humanas tendían a la reutilización de los materiales de construcción de las ruinas que encontraban. De esta forma lo que el arqueólogo termina encontrando en el yacimiento son, sobre todo basuras y desechos, lo que nadie quería conservar en su momento y se abandonaba, y una compleja estratificación que hace difícil interpretar de forma independiente y completa cada época.
El yacimiento se encuentra adyacente al centro histórico de la localidad, comprendido en el entorno de la parroquia de Santa María y el Torreón del Gran Prior.
En este entorno se realizaron varios estudios arqueológicos precedentes, el más antiguo fue llevado a cabo en los años 50, en el cruce de la calle Gracia y la calle Mosaicos, bajo la dirección del arqueólogo Julián San Valero Aparisi. En esta campaña se estableció que la ocupación más antigua del actual espacio urbano sería de época romana, una villa del período imperial.
Esta villa prerromana, consistiría en un gran latifundio de explotación agropecuaria con finalidad comercial, y donde el propietario, o un delegado suyo, habitaría en una mansión o palacio denominado domus. También en el entorno del domus, que formaba la pars urbana, existirían las viviendas de los trabajadores, diferenciada de la pars rústica donde estaban los cultivos, así como un espacio de talleres, almacenes y establos, formando un conjunto autosuficiente e integral de explotación económica del territorio.
En esas excavaciones Aparisi, sacó a la luz los fabulosos mosaicos que decoraban las habitaciones nobles del complejo, además de gran cantidad de objetos de la vida cotidiana que parcialmente se exponen conjuntamente a los mosaicos en el museo municipal. Las excavaciones de los años 90 localizaron habitaciones de trabajadores en la plaza de Santa María, y estas últimas excavaciones en la calle Gracia la zona de talleres y almacenes, son pruebas que nos hacen pensar que la villa fue desarrollándose y que posiblemente en época final romana o época visigoda llegó a convertirse en un pueblo o pequeña ciudad.
Aun así esta villa romana no sería el yacimiento con ocupación más antigua del término municipal de Alcázar de San Juan, ya que fuera del espacio puramente urbano se han localizado yacimientos prehistóricos, como son La Motilla de los Romeros y los Fondos de Cabaña de las Saladillas en el entorno de las lagunas (93/94), ambos de la Edad del Bronce, o los restos de asentamientos calcolíticos e íberos detectados en el paraje de Piédrola. En el año 2014 se descubrió en este lugar una necrópolis musulmana, y en 2015 se ha hallado lo que parece ser una villa romana.
EL CUBILLO
El Cubillo dos hipótesis nos hablan de esta muralla cuando tratamos de averiguar el origen de esta singular edificación. Por un lado, posible resto de la antigua muralla que rodeaba Alcázar antes de la llegada de la Orden de San Juan, y por otro, restos del antiguo palacio del Gran Prior de los Hospitalarios de la Orden de San Juan. Según cuenta esta tradición, pudo servir de campanario de la Iglesia de Santa María.
Muestra los restos de una torre semielíptica cubierta por una bóveda de crucería. Con su restauración, el cubillo pasó a acoger una pila bautismal, así como varios paneles explicativos que describen la historia de Alcázar de San Juan y su tradición cervantina fruto de su reivindicación como cuna de Miguel de Cervantes.
CASA DEL REGIMIENTO
Podría haber sido la residencia del gobernador del Priorato de la Orden de San Juan cuando Alcázar asumió la capitalidad del priorato en el siglo XVIII. Posteriormente fue utilizada como Regimiento Militar, siendo conocida también como Casa Palma y actualmente alberga una Vivienda Tutelada para personas de la Tercera Edad.
Se trata de una construcción de tres cuerpos, el inferior de sillares de piedra de arenisca roja, el segundo de mampostería y el tercero, separado por una cornisa de piedra saliente y una hilera de sillares de piedra, totalmente reconstruido.
Sus ventanas son grandes y rectangulares, remarcadas por sillares de piedra. Se conserva la construcción original del patio rectangular delimitado por columnas pétreas, sobre las que se alzan balaustres, vigas y zapatas de madera.
También se conserva una cueva interior, lo que en su día fueron las caballerizas, separadas en tres partes por arcos de medio punto construidos en sillares de piedra. Se cubre con una bóveda de medio cañón hecha en mampostería.
Nota: Solo es posible visitar el exterior de la Casa del Regimiento. En su cueva aloja un establecimiento de ocio.
El TORREÓN DEL GRAN PRIOR
Uno de los vestigios más imponentes y significativos del pasado medieval de Alcázar de San Juan es el Torreón del Gran Prior. Se trata de una torre exenta que funcionó como torre del homenaje o residencia del Gran Prior y con el paso del tiempo ha terminado por convertirse en uno de los iconos más representativos de la localidad. Es una construcción militar única en la comarca, data de 1284 como consta en la inscripción que está situada sobre la entrada y, para entenderla, debemos pensar que pertenecía a un conjunto mayor que se configuró en sus inicios con un carácter militar -originariamente islámico- y que con el paso del tiempo, cuando La Mancha dejó de ser un territorio de combate, acabó siendo una magnifica residencia para el Prior de la Orden de San Juan.
A simple vista se puede apreciar que se trata de una torre que destacaría sobre el conjunto, con sus veinticuatro metros de altura. El juego de volúmenes es casi perfecto, pues tiene el doble de altura que de anchura. La obra es de piedra rojiza propia de la zona, la cual se puede apreciar en forma de sillares en las aristas del edificio, y en la mampostería de sus muros
La sobriedad y verticalidad del muro se rompe por la aparición de vanos abiertos con posterioridad como los vanos de tradición gótica con arquivoltas apuntadas y parteluz, los balcones amatacanados con una fina decoración en la parte inferior a modo de cordón y sustentados por unos modillones de rollo o, en la fachada norte, donde destaca un ventanal enrejado situado en el nivel de la puerta de acceso de factura más tardía a la construcción del conjunto y, sobre él, una placa conmemorativa del s. XVII.
La estructura interna se compone de cuatro estancias situadas una sobre otra dado la naturaleza vertical del conjunto y el sótano con aljibe al que se accede mediante un brocal de pozo. El sótano en la actualidad tiene una entrada situada en el muro opuesto de la puerta principal, pero en el momento de la construcción del torreón, cuando la función del mismo era principalmente defensiva, se accedía únicamente mediante una trampilla de tres losas de piedra situadas en la planta baja que es donde se encontraba la única puerta del conjunto.
Una escalera de caracol que arranca desde el muro meridional de la estancia de entrada al conjunto, y asciende en un segundo tramo por el muro occidental, une cada uno de los niveles interiores del edificio. Cada sala se resuelve con un sistema de cubrición distinto, siendo la estancia inferior una bóveda de crucería con plementos de ladrillo entre nervaduras de piedra, que descansa sobre ménsulas y está rematada con una clave con decoración vegetal. La techumbre de la sala superior es un artesonado con vigas de madera, aunque en realidad parece tratarse de un falso techo que cubre una bóveda pétrea, puesto que el suelo de la última planta también es de piedra. Y la última estancia se cierra con una bóveda de arista en yeso reconstruida junto con el resto de la sala.
Hoy es un Espacio Museográfico dedicado a los Caballeros Hospitalarios, y cuenta la historia de aquellos caballeros que un día lo habitaron y dominaron esta tierra.