Desde la inauguración de la estación de Ferrocarril en 1854, Alcázar de San Juan se convirtió en un nudo principal en el entramado ferroviario de la Península Ibérica en la línea que unía la capital, Madrid, con el Levante y Andalucía.
La ciudad, declarada como tal en 1877 por el rey Alfonso XII tras realizar éste una parada en su estación, experimentó un importante desarrollo económico, social, urbanístico y de infraestructuras, presentes aún en el entramado urbano: casas de estilo modernista, apertura de nuevas calles y avenidas, aparición de un potente comercio y de bodegas e industrias derivadas del ferrocarril y el vino, fueron algunas de las consecuencias de dicho período.
Mostrar más contenidoIndispensable realizar un paseo a pie por el centro de la ciudad para conocer las fachadas de las casas más destacadas que se construyen en esta época, según los principios decorativos del Modernismo, de la mano de arquitectos como Críspulo Moro Cabeza y el imponente edificio del actual Ayuntamiento construido en 1911 como sede del Casino de Alcázar y de estilo ecléctico.
La estación del ferrocarril, por su parte, también sufrió diferentes ampliaciones y mejoras, de acuerdo a la evolución creciente del número de pasajeros que recibía, en las cuales se adoptaron elementos decorativos acordes con su relevancia, como el conjunto de azulejos que decoran la Antigua Fonda y Sala de Espera de Viajeros declarados como Bienes de Interés Patrimonial en 2016.
Los paneles de azulejos de la fonda proceden del taller cerámico de Mensaque Rodríguez, de Triana (Sevilla), un conjunto de 3.824 azulejos de los cuales 378 son imágenes quijotescas que reproducen, de manera historiada, 11 capítulos de la novela de Cervantes tomando como modelo las ilustraciones que José Jiménez de Aranda creó para la edición de «El Quijote» que se publicó en 1905 con motivo de la obra.
La Antigua Fonda del Ferrocarril es hoy un Centro de Recepción de Visitantes donde, además de disfrutar de esta azulejería, se puede conocer la relación de la población de Alcázar con el ferrocarril y con Cervantes. Asimismo, aparecen los viajeros ilustres que han pasado por los andenes de la estación en las diversas épocas. En este espacio se llevan a cabo múltiples actividades culturales.
En la misma estación también se localiza el actual Museo del Ferrocarril, con unas 900 piezas expuestas (máquinas de billetes, piezas de locomotoras, diverso material de trabajo en vía, teléfonos, centralitas, gorras, faroles de estaciones y locomotoras, maquetas o fotos y títulos de transporte. En el exterior se puede contemplar una locomotora de vapor del año 1864, fabricada para la Compañía del Norte; una locomotora diesel de maniobras de Renfe; remolque intermedio del prototipo de ferrobús fabricado en Alemania; un vagón cerrado de finales del siglo XIX, así como otros elementos: calderas de vapor fijas, maquinaria de vía, semáforos señales mecánicas etc…